martes, 14 de abril de 2015

Cuándo ir a Urgencias con un niño


La fiebre, la tos y problemas digestivos como los vómitos y la diarrea son los síntomas más frecuentes por los que los padres suelen acudir a Urgencias con sus hijos. Sin embargo, en la mayoría de las ocasiones (se estima que en un 70%), esta atención urgente no hubiera sido necesaria, pues habría bastado con una visita al pediatra o, en muchos casos, ni siquiera eso, pues hay cuadros médicos sin importancia que remiten por sí mismos en unas horas o días.

Entonces ¿cómo se puede identificar cuándo estamos ante una verdadera urgencia pediátrica? En primer lugar, conviene fijarse en el estado general del niño más que en síntomas aislados; este es el factor que, en mayor medida, va a determinar si hay que llevarlo sin demora al médico o a urgencias. No obstante, atendiendo a síntomas concretos, hay que llevar al niño a Urgencias cuando se presente alguna de estas situaciones:

Urgencias por fiebre

    El bebé es menor de tres meses y tiene fiebre.
    El niño tiene fiebre alta que se acompaña de una erupción espontánea (exantema o petequias), que no desaparecen al apretarlas, por el riesgo de que pudiera tratarse de una meningitis.
    Fiebre alta acompañada de dolor intenso de cabeza y vómitos.

Urgencias por caídas y heridas

    Hay una herida profunda y abierta con hemorragia (el sangrado no se puede parar mediante presión) que puede requerir puntos de sutura.
    Hay una herida grande o una quemadura que afecta a la cabeza, el pecho, el abdomen, las manos, la cara o la ingle.
    Ha sufrido un traumatismo tras el cual algún miembro ha quedado deformado, muy hinchado, enrojecido o con calor, y cuando el niño continúa notando mucho dolor, a pesar de haber tomado fármacos para combatirlo.
    Se ha dado un golpe en la cabeza tras el que ha perdido el conocimiento, se muestra adormilado, confuso o tiene vómitos. Si el niño tiene menos de un año y el golpe ha sido muy fuerte, conviene llevarlo a Urgencias también aunque no haya perdido el conocimiento.


Urgencias por comportamiento raro o llanto

    El recién nacido muestra un comportamiento inusual: rechaza todas las tomas, está decaído, muy irritable, llora sin parar…
    Llora y a la vez está pálido, suda y se muestra muy decaído. Si es un bebé, cuando el llanto parece no tener fuerza, está debilitado.
    El niño se muestra muy decaído, mucho más irritable que de costumbre y no hay forma de consolarlo tras repetidos intentos.
    De repente, el niño se queda como sin energía y es incapaz de moverse.
    Si el niño sufre un espasmo del sollozo (a consecuencia de un enfado o un golpe, se queda súbitamente sin respiración durante unos segundos hasta que rompe a llorar) y es menor de seis meses, o bien tarda varios minutos en recuperarse o bien no se muestra normal tras recuperarse o el episodio no se ha producido tras un enfado, regañina, golpe, susto…

Urgencias por síntomas gastrointestinales

    Se sospecha que el niño puede haberse intoxicado ingiriendo algún medicamento, producto de limpieza u otros.
    Hay diarrea muy abundante que afecta al estado general del niño.
    Hay heces con sangre y/o vómitos con sangre.
    Vómitos repetidos cuando el niño no tolera ninguna cantidad de líquido ofrecido de forma frecuente y en pequeñas tomas.

Urgencias por síntomas respiratorios y alérgicos

    Hay síntomas graves de alergia o urticaria como hinchazón de la cara, los labios, la lengua o los ojos, dificultad respiratoria o para tragar, babeo intenso, ronquera, pérdida de conocimiento, mareo…
    Se detecta una dificultad para respirar (respiración muy rápida y agitada, se marcan las costillas en cada inspiración…).
    Ante una crisis asmática, cuando el niño se pone morado o muy pálido.
    Ante un ataque de asma, cuando el niño necesita utilizar el inhalador cada dos horas o más frecuentemente.

Urgencias por síntomas diversos

    El niño sufre convulsiones (su cuerpo se sacude de forma rítmica y pierde el conocimiento).
    El cuello muestra una rigidez apreciable.
    Hay una pérdida de conocimiento total o una falta de respuesta del niño tras un mareo (especialmente si se orina al final del episodio o sacude brazos y piernas).
    La piel y los labios están azulados, morados o grises.
    Sufre un dolor intenso en los testículos.
    Dolor abdominal intenso cerca de la ingle derecha.
    Detrás de la oreja puede observarse una zona enrojecida e inflamada, que le duele y que desplaza el pabellón auricular hacia adelante.

Cuando ir a Urgencias si el niño tiene fiebre

La fiebre es un mecanismo de defensa con el que el cuerpo lucha contra los virus y las bacterias causantes de las enfermedades. Por eso, en la mayoría de los casos se trata de un síntoma benigno en la salud infantil. Sin embargo, la fiebre es una de las causas más frecuentes de consultas en las Urgencias pediátricas. Hay fiebre cuando la temperatura del niño supera los 38 ºC tomados en la axila. Para valorar si la fiebre del niño precisa de una asistencia médica urgente es muy importante observar su estado general.

Hay niños que con una fiebre alta se muestran activos y contentos, mientras que otros con tan solo unas décimas pueden estar muy decaídos. Es ese abatimiento el que debe alarmar a los padres.

En todo caso, hay que acudir a Urgencias ante la fiebre del niño cuando:

    El bebé tiene menos de tres meses.
    Ha sufrido una convulsión febril por primera vez.
    Tiene varios episodios de convulsiones febriles en el mismo día.
    La fiebre se acompaña de dolor intenso de cabeza y más de un episodio de vómitos.
    Hay rigidez en la nuca.
    El niño pierde el conocimiento.
    Además de fiebre, muestra dificultad para respirar (se hacen más visibles las costillas en cada inspiración y se oyen silbidos).
    Tiene fiebre y manchas rojas en la piel (petequias), que no desaparecen al presionarlas.
    La fiebre supera los 40,5 ºC (tomada en la axila).
    El niño está muy decaído o muy irritable.
    El niño tiene fiebre y molestias al orinar, o bien no orina nada o muy poco.

Cuándo ir a Urgencias si al niño le duele la tripa

En el 90% de los casos, el dolor de tripa en los niños no obedece a una enfermedad. El dolor abdominal infantil puede producirse por distintas causas, bien sean de tipo nervioso o digestivas, como gases, empacho o estreñimiento, pero rara vez obedece a factores preocupantes. No obstante, si le duele la tripa, vomita o tiene diarrea habrá que valorar su estado.

Ante un dolor abdominal infantil conviene ir a Urgencias en las siguientes circunstancias:

    El dolor abdominal se intensifica cada vez más, de modo que el niño no puede seguir con su actividad habitual y no puede dormir.
    El niño está muy decaído, pálido o abatido.
    El dolor se localiza en el lado derecho del abdomen, cerca de la ingle.
    El niño vomita sin parar y los vómitos son verdosos o con sangre.
    Las cacas tienen sangre o son negras.
    El niño tiene menos de tres meses y ha vomitado un mínimo de dos tomas.
    Llora sin lágrimas, tiene mucha sed, los ojos hundidos, la boca seca y casi no orina.
    No tolera ningún líquido, ni siquiera administrado a pequeños sorbos y en pequeñas cantidades.
    Los vómitos son verdosos, de color café o con sangre.
    Las deposiciones son tan líquidas que es imposible rehidratar al niño por la pérdida de líquidos que sufre.


Cuándo ir a Urgencias si al niño le duele la cabeza

El dolor de cabeza (cefalea) en niños suele ser muy alarmante para la mayoría de los padres. Pero, afortunadamente, en la gran mayoría de las ocasiones no responde a ninguna patología grave. Puede ser la consecuencia de otras afecciones, como otitis, gastroenteritis o gripe, tratarse de migraña, en cuyo caso será más frecuente, o bien deberse a un episodio de estrés o nerviosismo (cefalea tensional). En cualquier caso, el dolor de cabeza es mucho más mucho recurrente de lo que se cree entre la población infantil. Sin embargo, hay que llevar al niño a Urgencias por un dolor de cabeza cuando:

    Tiene fiebre, el dolor de cabeza es muy intenso y ha vomitado más de una vez.
    Se trata de un dolor mucho más intenso de lo habitual y que no responde a los analgésicos que se utilizan en otras ocasiones.
    El dolor de cabeza se acompaña de otros síntomas como mala visión, dificultades al hablar o al caminar y pérdida de fuerza en brazos o piernas.
    Tras el dolor de cabeza, el niño está muy somnoliento, duerme más de lo común y cuesta despertarlo.
    El dolor de cabeza se acompaña de vómitos repetidos, sin que tolere ni sólidos ni líquidos.

Cuándo ir a Urgencias si el niño se da un golpe en la cabeza

Durante sus primeros años de vida, los niños están expuestos con frecuencia a la posibilidad de sufrir golpes y caídas. Unos de los que más alarman son los golpes en la cabeza, por la posibilidad de que se hubiera producido un daño cerebral. En general, los golpes leves en los que el niño se queja levemente o que no tienen más consecuencias que un chichón no suelen revestir gravedad.

Sí hay que llevar al niño a Urgencias cuando se da un golpe en la cabeza en los siguientes casos:

    El niño tiene menos de 12 meses y ha sufrido un golpe fuerte.
    Ha perdido el conocimiento tras el golpe.
    Por la nariz o por el oído le sale un líquido claro o sangre.
    Tiene amnesia y no recuerda lo que le ha sucedido.
    Vomita de forma recurrente (más de uno o dos vómitos).
    Tiene un dolor de cabeza muy intenso.
    Se nota cada vez más adormilado y hay dificultad para despertarlo.
    Está cada vez más mareado.

    La altura de la que ha caído es elevada: más de un metro sin considerar su talla (si el niño mide 70 cm, tendría que caer desde 1,70 metros).
    Tras la caída, el niño no responde bien, está confuso, agitado, con un comportamiento extraño.
    Las pupilas de los ojos no están uniformes.
    Aparece un hematoma bajo los dos ojos o tras las orejas.
    Al andar, la marcha es rara, tiene problemas para caminar.
    Nota hormigueo y falta de fuerza en brazos y/o piernas.
    Tiene convulsiones y/o la musculatura facial o de las extremidades hace movimientos extraños.
    Habla de forma rara, tiene dificultades en el lenguaje.
    Tiene alteraciones en la visión.
    Su sentido del equilibrio se resiente.
    Le ha salido un hematoma muy grande en la cabeza o hay una zona hundida.

Cuándo ir a Urgencias si el niño está resfriado

Los niños pueden padecer de seis a ocho afecciones respiratorias cada año, o incluso más. Por lo general, son episodios sin importancia que acaban pasando por sí mismos. Pero en ocasiones, los catarros se complican y hacen necesaria una atención médica urgente.

Se debe llevar al niño a Urgencias por un cuadro catarral cuando muestre los siguientes síntomas:

    El bebé tiene menos de tres meses y el catarro se acompaña de fiebre.
    El niño tiene dificultades para respirar: respiración agitada, las costillas se le marcan, se le hunde el abdomen con cada inspiración o incluso sufre apneas (deja de respirar durante unos segundos).
    Está muy decaído, sin fuerzas, muy somnoliento o muy irritable.
    Se pone morado o pálido.
    Se fatiga mucho al comer, lo que le lleva a no ingerir

Via onmeda.es

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