El estrés surge ante la adaptación al cambio. Y todavía más, ante un cambio que supone esfuerzo porque la vuelta al cole implica retomar los madrugones, cargar con la mochila hasta el colegio, estar atento en el aula y hacer los deberes.
Cada año supone más dificultad
Además, conviene partir de la base real de que cada nuevo curso supone más responsabilidades, más exigencia en el nivel y más dificultades. Por tanto, el niño se integra en un contexto nuevo, y en muchos casos, con otros profesores. Esta dificultad puede agravar ese estrés postvacacional.
Los factores del entorno pueden influir de una forma positiva o negativa en la adaptación escolar del niño. Por ejemplo, si es un alumno que sufre algún tipo de dificultad en las relaciones sociales en el colegio y siente el vacío del resto de compañeros, entonces, puede mostrar molestias en la vuelta al cole como cambios de humor, enfados, tristeza…
Aunque muchas veces se habla de una forma general sobre el síndrome postvacacional de la vuelta al cole, en realidad, según un estudio realizado por la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria, afecta a un porcentaje de entre un 5 y un 8 por ciento. De hecho, si los padres tienen este síndrome, los hijos también son más receptivos a tenerlo.
Cómo hacer que la vuelta sea positiva
Los primeros días de clase pueden ser más positivos si preparas un desayuno especial para el niño a primera hora de la mañana o programas algún plan sencillo al salir de clase para hacer en familia.
Via pequebebes.com
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