Bebé es alérgico al polen

La alergia al polen, a las gramíneas o al olivo es una reacción que afecta a un gran porcentaje de la población, incluidos los niños.

La alergia infantil la padecen niños de todas las edades, lo más frecuente que empiecen a nacer los síntomas a partir de los 10 años, pero hay muchos niños que son alérgicos desde sus primeros meses de vida.

Si tu bebé es aún muy pequeño pero sospechas que pueda ser alérgico debes consultar a tu pediatra, él te dirá que hacer y si tu pequeño es alérgico o no.
Síntomas de un niño alérgico

Aunque cada niño padece diferentes síntomas, hay algunos que son comunes para casi todos:

    Mucosidad abundante con estornudos.
    Aumento del lagrimeo, y sensación de picor en los ojos.
    Dificultad para respirar.
    Tos, suele ser una tos seca provocada por el picor de garganta.
    Estornudos de forma continuada
    Malestar general.

Cómo reducir los síntomas de la alergía

    Manten las puertas y ventanas cerradas: cuanta menos corriente haya en casa, más seguro estará el pequeño frente a los ataques de alergia.

    Intenta pasear al bebé por la tarde: hay que evitar exponer al bebé al polen durante la primera mitad del día, que es cuando hay más polen en el ambiente. No se trata de encerrarse en casa, sino de ser cauto en las ocasiones en las que los peques puedan estar más expuestos a sufrir alergia.

    Limpia bien el polvo en casa: los ácaros del polvo son unos de los principales desencadenantes de ataques de alergia

    Ventila la casa durante 5 minutos y no lo hagas durante las primeras horas de la mañana, pues las concentraciones son muy elevadas.

    Lleva siempre las ventanas cerradas en el coche y coloca un filtro anti polen.

    No lleves al pequeño a lugares que haya mucho polvo o humo y trata de no usar sprays o ambientadores.

    Limpia a fondo todos sus juguetes, sobretodo si los ha sacado a la calle.

Via chupetespersonalizados.com