Mi hijo no crece, ¿Qué pasa?

Se espera que un niño de entre 2 a 11 años crezca no menos de cuatro centímetros por año. Cuando está por debajo de la curva del crecimiento esperada, puede que tenga un problema hormonal.

El tamaño de un niño empieza a ser motivo de preocupación cuando se nota que no cumple con las curvas de crecimiento fijadas en una tabla estandarizada que utilizan todos los pediatras.

En cada revisión, el pediatra no sólo pesa al niño sino que mide su estatura, para llevar un control detallado del crecimiento.

Se supone que un niño de entre 2 y 11 años debe crecer no menos de cuatro centímetros por año, explica el doctor Daniel Abougaem, médico endocrinólogo del Hospital Punta Pacífica.

Hay que tener en cuenta, sin embargo, que la estatura que alcanzará un niño depende de varios factores, recalca el galeno. Los factores genéticos, por ejemplo, juegan un papel fundamental. “No podemos esperar un niño alto de padres pequeños”, sostiene Abougnamen, pero también inciden las enfermedades crónicas – porque comprometen el desarrollo- y los factores ambientales, tales como la pobre alimentación, la falta de sueño y hasta los problemas emocionales.

Ahora, ¿qué produce el crecimiento? En el cuerpo existe una glándula, la hipófisis o pituitaria, que produce diversas hormonas necesarias para el cuerpo. Entre ellas está la llamada hormona del crecimiento, cuyo nombre específico es somatropina. Cuando la hipófisis no produce suficiente somatropina, los niños se quedan por debajo de su estatura predictiva, explica el médico.

Las razones por las cuales el cuerpo no produce suficiente hormona de crecimiento también son varias. Puede deberse a mutaciones genéticas, a la ausencia de la pituitaria o a una lesión cerebral grave, aunque en buena parte de los casos no se encuentran ninguno de estos factores y aun así se presenta un crecimiento lento o nulo.

Se nota cuando un niño no crece lo que debe desde que es un bebé, y el problema persiste a lo largo de toda la infancia. La deficiencia en la hormona del crecimiento puede comprometer incluso los cambios que se esperan durante la pubertad, dependiendo de la cantidad de hormona que produzca la glándula.

¿Cómo se detecta la deficiencia de la producción de la hormona del crecimiento? Como explica Abouganem, una vez que se nota el problema, es necesario realizar evaluaciones, exámenes de laboratorio y pruebas de estimulación de la hormona para confirmar el diagnóstico.

Entre las evaluaciones previas está el examen físico que incluye la medición del peso, estatura y las proporciones del cuerpo, entre los exámenes pueden mencionarse radiografías, tomografías y exámenes para medir otros niveles hormonales y proporciones óseas.

Si tras pruebas se detecta que, en efecto, el niño tiene una deficiencia de producción de la hormona del crecimiento, entonces es momento de proporcionarle una versión sintética.

“El tratamiento es muy efectivo en aquellos niños que verdaderamente necesitan tratamiento”, enfatiza el especialista. “Luego de más de 20 años de uso, ha demostrado ser un tratamiento efectivo y seguro si se usa en las dosis adecuadas”.

Es precisamente por esto que una intervención de este tipo debe estar en manos de un pediatra endocrinólogo, porque no hay ventaja alguna en prolongar el tratamiento. Por otra parte, si un niño con una pobre producción de somatropina no recibe “ayuda”, es posible que alcance una estatura extremadamente baja y que se retrase su desarrollo sexual.

SÍNTOMAS DE DEFICIENCIA DE LA HORMONA DEL CRECIMIENTO

Ausencia o retraso en el aumento de la estatura.
Estatura baja, que no se ajusta a la tabla predictiva estandarizada
Poco crecimiento antes de cumplir 5 años.
Dolores de cabeza
Sensación constante de sed y en forma excesiva.
Necesidad constante de orinar
Ausencia o retardo del desarrollo sexual durante la adolescencia.


Via medicamagazine.com