Literalmente, la salud de los niños debe ser vigilada de pies a cabeza
La revisión ortopédica es fundamental para vigilar el desarrollo y buen funcionamiento del sistema músculo-esquelético de un pequeño, asegura el médico ortopedista pediatra Luis Camarillo Solache, y enfatiza que es recomendable realizarse, haya o no algún padecimiento notorio.
¿Qué se puede detectar?
El experto explica que, dentro de los problemas ortopédicos en recién nacidos, destacan algunos que son las causas principales de las consultas a la ortopedia pediátrica: displasia del desarrollo de la cadera, pie equino varo y acortamiento de alguno de los miembros pélvicos (piernas).
Además, agrega que es muy importante realizar la primera visita durante los primeros días de vida, porque “la displasia del desarrollo de la cadera (unión anormal entre la cabeza del fémur y la cavidad de la pelvis) y el pie equino varo, que en algunos casos pueden manejarse con tratamientos conservadores, como la instauración de un arnés o la colocación de una serie de yesos para corregir las malformaciones, con un buen pronóstico si se colocan desde la primera semana a partir del nacimiento”, explica.
Consultas periódicas
En los casos en los que la primera valoración resultó sin problemas, se recomienda una segunda visita cuando el pequeño empieza a caminar, a los 11 meses o al año de edad, para determinar si hay alguna alteración en la marcha: “Esta segunda consulta es para aconsejar a los papás sobre cómo enseñar a su hijo a caminar, por ejemplo, el uso de andadera no siempre es la mejor opción, porque crean en el pequeño el hábito de echar la espalda hacia atrás y eso va en contra de lo que se debe hacer durante los primeros pasos para tener un buen equilibrio”.
Las visitas sistemáticas con el ortopedista pediatra son muy recomendables para mantener una buena calidad de vida, incluso si se trata de pacientes sanos, en este sentido el experto explica que en la consulta, los padres recibirán consejos valiosos que tienen que ver con el uso adecuado de zapatos, sabrán si el pequeño tiene pie plano y si requiere plantillas o algún otro aditamento.
“Asimismo, se les orientará sobre los ejercicios más benéficos para los niños en cada etapa de su desarrollo. Por ejemplo, si el pequeño es mayor de dos años puede recomendarse la natación, porque permite ejercitar todos los músculos. Después de los dos años y medio, el triciclo es muy benéfico, porque da motricidad y coordinación; y después de los cinco años, se recomienda la bicicleta, que da fuerza a las extremidades”, finaliza.
La evaluación de salud de un niño debe ser integral e iniciar durante los primeros días de vida. La atención del aparato músculo-esquelético a lo largo de la infancia es muy importante y necesita llevar un seguimiento sistemático para vigilar su adecuado desarrollo y tomar acción oportuna en los casos necesarios.
Via laopinion.com
martes, 19 de mayo de 2015
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