La cesárea y la alimentación con leche de fórmula causan deficiencias en la microbiota intestinal infantil

Las prácticas del método de parto (nacimiento mediante parto vaginal frente a cesárea) y la alimentación infantil (lactancia materna frente a la alimentación con leche de fórmula) influyen en el desarrollo de las bacterias intestinales en los recién nacidos y, por lo tanto, pueden afectar a la salud para toda la vida, según un nuevo estudio publicado en 'Canadian Medical Association Journal'. Así, los bebés que nacen por cesárea carecen de un grupo específico de bacterias, deficiencias significativas que también se detectan en los alimentados exclusivamente con fórmula.

Las bacterias en el intestino juegan un papel importante en la salud porque ayudan a digerir los alimentos, estimulando el desarrollo del sistema inmune, la regulación de los intestinos y protegiendo contra la infección. La alteración de la microbiota intestinal se ha relacionado con una serie de enfermedades, como la enfermedad inflamatoria intestinal, alergias, asma, cáncer y otros.

"Nuestro estudio aborda un vacío de conocimiento importante, ya que la microbiota intestinal infantil rara vez se ha caracterizado con métodos de secuenciación que proporcionan una cobertura suficiente de la comunidad bacteriana entera", escribe uno de los autores de esta investigación, la doctora Anita Kozyrskyj de la Universidad de Alberta (Canadá).

Como se sabe poco sobre el desarrollo de esta microbiota intestinal, un equipo de investigadores canadienses intentaron entender cómo el microbioma intestinal se establece durante la vida temprana y qué factores pueden interrumpir este proceso. Para ello, analizaron los datos de 24 niños sanos del Estudio Canadiense Longitudinal de Desarrollo Infantil Saludable (CHILD).

CHILD involucra a más de 10.000 personas, entre ellas 3.500 recién nacidos en cuatro provincias canadienses (British Columbia, Alberta, Manitoba y Ontario) nacidos después de 2010, así como a sus padres. La muestra fue representativa de la población de recién nacidos de Canadá, con el 25 por ciento de los nacidos por cesárea, y el 42 por ciento de los amamantados de forma exclusiva hasta los cuatro meses de edad.

Nueva tecnología de secuenciación de ADN fue utilizada por el equipo de investigación para comprender mejor el microbioma intestinal infantil, que permiten la detección de prácticamente de todas las bacterias. Los investigadores encontraron que los bebés que nacen por cesárea carecen de un grupo específico de bacterias que se encuentran en los recién nacidos por parto vaginal, incluso si fueron amamantados.

Los bebés alimentados con fórmula estricta, en comparación con los bebés que fueron amamantados exclusivamente o en parte, también registraron diferencias significativas en las bacterias de su intestino, según concluye esta investigación, con la que los autores quieren que tanto médicos como padres comprendan la importancia de las decisiones sobre la cesárea y la lactancia.

"Pueden afectar al microbioma intestinal de su bebé y esto puede tener efectos permanentes sobre la salud del niño", afirmó el estudiante postdoctoral y primera autora de este estudio Meghan Azad, de la Universidad de Alberta. Así, subraya que no se deben subestimar las modalidad del parto y la alimentación infantil. En concreto, los bebés que nacen por cesárea tienen un riesgo mayor de padecer asma, obesidad y la diabetes de tipo, mientras que la lactancia materna varía en la protección contra estos y otros trastornos.

"Los niños que nacen por cesárea o son alimentados con fórmula pueden estar en mayor riesgo de una variedad de enfermedades más tarde en la vida, como en alteraciones de la flora intestinal en niños sanos ", escribe en un artículo relacionado el doctor Rob Knight, del Instituto Científico Howard Hughes y profesor asociado en el Instituto BioFrontiers y Departamentos de Química y Bioquímica y Ciencias de la Computación de la Universidad de Colorado, Boulder, Colorado, Estados Unidos, en un artículo relacionado.

Via unyapress.cat