La conjuntivitis puede afectar a cualquier persona, tenga la edad que tenga. Es una infección que afecta a la membrana que rodea los párpados y la parte visible del ojo, y en el caso de los bebés se llama conjuntivitis neonatal. Aparece cuando la membrana transparente que mantiene los ojos húmedos se inflama, algo que puede suceder por diversos motivos. Esa membrana protege al ojo de las agresiones externas.
Aunque hay diferentes tipos de conjuntivitis, casi todos los síntomas son comunes. Uno de los más comunes es rascarse los ojos, aunque también hay que decir que los bebés no suelen hacerlo, así que habrá que fijarse en otros síntomas para poder detectarlo cuanto antes.
Síntomas
Los más comunes son notar un poco de pus al separar el párpado, inflamación en la parte blanca del ojo, inflamación en los párpados, acumulación de legañas o lagrimeo continuo. Ante cualquiera de esos síntomas, es muy importante que lleves al niño al pediatra cuanto antes para que pueda ponerle un tratamiento, ya que si va avanzando pueden aparecer males mayores, como por ejemplo llagas en las córneas.
Tratamiento
Lo primero que hará el médico es extraer una muestra de pus y analizarla para poder determinar las causas de la conjuntivitis. Una vez conocidas las causas, se determinará cuál es el mejor tratamiento, que en la mayor parte de los casos serán unas gotas o una pomada. También es recomendable ponerle compresas templadas y llevar una higiene muy exhaustiva. Si ha sido una conjuntivitis causada por el virus herpes, puede ser mucho más grave, llegando incluso a dejar cicatrices en los ojos o pérdida de visión. Así pues, hay que tomarse la conjuntivitis muy en serio.
Via pequebebes.com
lunes, 11 de febrero de 2013
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