Los beneficios de los juegos de mesa para los niños

No cabe duda de que el juego es el lenguaje de los niños. Es una herramienta muy útil para ver cómo interpretan el mundo que les rodea, y uno de los mejores métodos para captar su atención. A través del juego podemos contribuir a su bienestar cognitivo, físico, social y emocional.

Todo padre tiene siempre presente el juego en su interacción con sus hijos. Los hay para todo tipo de ocasiones: juegos para los viajes, juegos para desarrollar el gusto…

Dentro del amplio catálogo de juegos para los niños, hoy nos vamos a centrar en los juegos de mesa; una de las mejores maneras de estimular un aprendizaje sensorial, estratega y de motivación, así como potenciar el contacto social y el juego cooperativo. Aquí van cinco razones por las que deberías hacerte con un Juego de la Oca, un Tres en Raya o un Quién es Quién.

    Los juegos cooperativos permiten practicar habilidades como el debate, el razonamiento, la negociación y estimulan cualidades como la empatía o el trabajo en equipo.

    Obligan a buscar un rato en familia. A veces es difícil conciliar el frenético ritmo en el que vivimos con momentos en familia. Los juegos de mesa son una herramienta útil para esto. Ayudan a fortalecer los vínculos y pasar un rato divertido.

    Potencian la imaginación y creatividad. En los juegos de mesa también hay sitio para el juego solitario. Este tipo de juegos permiten al niño desarrollar un lenguaje propio, imaginando mundos y soluciones en sus inagotables mentes.

    Los hay para todas las edades y todas las necesidades. Los expertos recomiendan juegos que potencien cualidades sensomotoras hasta los 3 años: juegos de piezas o los primeros puzles, de ahí en adelante se recomiendan juegos motores, así como los primeros juegos de reglas, de memoria, puzles más complejos…Es a partir de los 6 años cuando podemos recurrir a los juegos de mesa tradicionales, que requieran algún tipo de estrategia y juego en equipo y con una serie de reglas.

    Ayudan a desarrollar la planificación y predecir los efectos de vías alternativas. Un aprendizaje muy útil para la posterior vida académica. En un estudio de 2008 se demostró el impacto positivo del ajedrez en el desempeño en matemáticas con niños con dificultades de aprendizaje. Aquellos niños que habían recibido 1 hora de ajedrez y 4 de matemáticas por semana desarrollaron una mayor mejora en habilidades matemáticas como contar o sumar que aquellos que habían recibido simplemente 5 horas de matemáticas cada semana.

Estos juegos no tienen por qué ser expresamente académicos para ser educacionales. Los hay para todas las edades y todos los gustos, en equipo o en solitario, de preguntas o de memoria, de estrategia o de conocimientos… Pero todos con el nexo común de ser el lenguaje universal de los niños: el juego.

Via todopapas.com/