Cómo alimentar a nuestros hijos

En el post de hoy voy a tratar la alimentación infantil, pues de esta depende que cuando seamos adultos lleguemos sanos y fuertes. Es muy importante que el niño desde pequeño adquiera unos hábitos alimenticios. Este punto es fundamental pues si la dieta del niño no es correcta, será más fácil que aparezcan deficiencias nutricionales.

Los niños aprenden por imitación, y lo que vean o hagan en su día a día es lo que irán aprendiendo y estableciendo en su conducta. Esto es tarea de los padres, la familia, el entorno, e incluso de los colegios.

En cuanto a la dieta, lo más importante es realizar un desayuno completo que estará muy relacionado con el rendimiento escolar. En este desayuno habrá que incluir un lácteo, una pieza de fruta, un hidrato de carbono como pueden ser unas tostadas o panecillos y algo de acompañamiento tipo queso fresco. Los niños entre las clases, el recreo, los juegos… tienen un desgaste muy alto que tiene que cubrirse con una buena alimentación.

Deben llevar algo siempre a media mañana que le ayudará a reponer la energía hasta la hora de comer. Como puede ser una yogur con una pieza de fruta, un bocadillo de jamón y un zumo o un bizcocho casero y unas natillas.

Evitaremos que la alimentación del niño sea rica en azucares  pues este tipo de productos están ligados al sobrepeso, caries, y alto azúcar en sangre, pudiendo desencadenar diabetes en un futuro.

No nos podemos olvidar de la merienda que le repondrá la energía hasta la hora de cenar y así evitaremos que el niño llegue con mucha hambre a la cena.

La cena es la última comida del día y debemos procurar darles aquellos alimentos que no se hayan consumido en la comida y no demasiado pesados para una correcta digestión antes de irse a la cama. Es el caso del pescado, bajo en grasa y con unos valores nutricionales excelentes.

Y para terminar, las comidas hay que hacerlas atractivas para el niño y fomentar la ingesta de fruta, verdura y legumbres en forma de macedonias, purés y zumos.

Via abcblogs.abc.es