Uno de los primeros pasos en la autonomía de nuestros pequeños se da en el mismo instante en que pasan la noche fuera de nuestra casa, alejados de nosotros. A pesar de que pueda darnos cierto miedo, esta fase es muy importante para su desarrollo.
Los colegios empiezan a organizar excursiones cuando los niños cumplen los seis años, para que los niños puedan conocer todo cuanto les rodea más allá de las cuatro paredes de su clase. Muchas de estas escapadas suponen pasar la noche fuera de casa, un momento crucial para su crecimiento, aunque muchas veces nos neguemos a ello como padres.
A partir de los seis años, nuestros hijos también empiezan a quedar con sus amigos para emprender las conocidas fiestas de pijamas durante el fin de semana, otra actividad que les llevará a mantenerse fuera de su ámbito familiar. Lo cierto es que aunque se encuentren en un entorno siempre vigilado por otros adultos para asegurar que todo sale a las mil maravillas, el hecho de no tenernos a su lado y permanecer al margen de su propio área de confort tendrá efectos muy positivos para su desarrollo, aprendiendo, por ejemplo, a cuidar de sí mismos sin el respaldo materno o paterno.
Al ser situaciones en las que la mayoría de los casos pueden salir de su rutina, los pequeños suelen afrontar tales situaciones con entusiasmo. Así, podrán fortalecer sus habilidades y relaciones sociales con otros niños, hasta el punto de forjar vínculos afectivos que podrán mantenerse durante toda la vida. Al mismo tiempo, aprenderán lecciones de convivencia y tolerancia, valores que en estas edades no tienen del todo desarrollados.
Muchas veces no queremos reconocer que nuestro pequeño se hace mayor y nuestro proteccionismo hace que no seamos conscientes que este tipo de salidas son beneficiosas para su aprendizaje. En el caso de que ellos de forma proactiva no te pidan salir, no has de presionarles y esperar a que ellos te lo pidan libremente.
Posiblemente muchas de vosotras estaréis pensando en las dificultades que nuestros hijos pueden tener a la hora de aguantar las ganas de hacer pis durante la noche. Lo primero, has de saber que la incontinencia infantil es muy común en los niños hasta los 7 años de edad, hasta el punto de que se siguen dando casos hasta los 15 años.
En el caso de que tu pequeño siga mojando la cama, has de tratar el tema con la mayor delicadeza posible y apoyarle para que no le afecte en su vida cotidiana. Sólo has de hablar de ello con naturalidad para que tu hijo entienda que es algo normal que puede suceder a los niños a su edad. Por medio de una preparación adecuada, no habrá problema ni preocupación de que tu hijo pueda salir por las noches.
Mientras tanto, no sería desdeñable hacerte con productos que te ayuden a sobrellevar esta situación, especializados en el caso de la incontinencia urinaria. Estos productos ayudarán a tus pequeños a hacer una vida normal sin que lleguen a desarrollar ningún trauma.
Via cosasdebebes.com
martes, 5 de enero de 2016
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