El biberón es uno de los elementos más importantes para alimentar a tu bebé. Es por ello que debes limpiarlo de manera adecuada, esterilizarlo, y reemplazar cada cierto tiempo la tetina, además de elegir el material adecuado. Con estas premisas podrás prevenir posibles infecciones.
Los biberones de vidrio son perfectos ya que son más saludables, no absorben olores, soportan los cambios de temperatura, y se esterilizan tanto con calor o frío sin peligro a dañarse. Los biberones de plástico son más seguros, pero suelen absorber malos olores, por lo que deben ser cambiados frecuentemente, y pueden esterilizarse.
La tetina puedes utilizarla de silicona -ya que no absorbe olores-, pero es débil frente a los cortes. Las de caucho son más resistentes. Para elegir tanto la tetina como los biberones, debes verificar la opción más sana, segura y fácil de manejar. Debes revisar constantemente el estado del biberón y reemplazar las tetinas al menos cada tres meses. Éstas, deben ser cambiadas cuando presenten deformaciones. Esto lo sabremos si la leche no sale de manera correcta o si la tetina ha cambiado de color.
En cuanto a la esterilización, debes lavar los biberones con agua limpia y jabón. Luego introducir los biberones en una olla con agua caliente, agregar vinagre, e introducir todas las partes del biberón por separado, y dejar hervir por unos diez minutos. Aunque también puedes utilizar algún aparato de esterilización a vapor para obtener excelentes resultados.
Si eres madre primeriza, este proceso puede ser un poco estresante, pero debes pensar que lo haces por la salud de tu bebé, y con el tiempo lo harás de manera natural. Recuerda que el biberón es una parte esencial del día a día del peque, por lo que debes cuidar este punto principalmente por su salud.
Via nosotras.com
domingo, 17 de mayo de 2015
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