La depresión en niños afecta el crecimiento y el rendimiento escolar

En los adolescentes, el trastorno depresivo mayor es la principal causa del comportamiento suicida

Durante mucho tiempo se consideraba que la depresión en niños no existía y que era propia de la edad adulta.

Sin embargo, en los últimos 30 años, se empezó a documentar que este padecimiento también afecta a niños y adolescentes, explicó Juan Enrique Vélez Escalante González, psiquiatra de los Servicios de Salud Pública del Distrito Federal.

Durante el Congreso Nacional Retos de la Salud Mental en la Sociedad Contemporánea, organizado en el marco del Día de la Salud Mental, el especialista indicó que la sintomatología de depresión infantil tiene características propias.

    “En los niños y adolescentes, el estado de ánimo puede ser irritable en lugar de triste”, explicó.

La depresión afecta el crecimiento y desarrollo del individuo y provoca bajo rendimiento escolar, aislamiento social, baja autoestima, desesperanza, tristeza frecuente, dificultad para concentrarse, desórdenes alimenticios y en los ciclos de sueño.

En los adolescentes, el trastorno depresivo mayor es la principal causa del comportamiento suicida.

“El mayor problema de estos trastornos es que más del 70 por ciento de los niños y adolescentes no recibe un diagnóstico ni tratamiento adecuado, aunque puede generar consecuencias posteriores en la salud emocional”, afirmó.

Cuando el estado depresivo se presenta durante un lapso superior a semanas o meses y limita la capacidad del niño para funcionar normalmente debe atenderse.

Otro aspecto importante, señaló, es que la depresión en los jóvenes a menudo ocurre conjuntamente con otros trastornos, por lo general ansiedad o abuso de sustancias tóxicas.

Consultada por separado, Corina Benjet, investigadora del Instituto Nacional de Psiquiatría, explicó que en adolescentes y jóvenes, la prevalencia de trastornos mentales se asocia con el consumo de alcohol.

Señaló que los estresores crónicos, como vivir en pobreza, sufrir maltrato y vivir en un entorno de violencia generalizada, también aumentan el riesgo de que los jóvenes desarrollen trastornos psiquiátricos.

El hecho de que los jóvenes no dejen la escuela y permanezcan más tiempo estudiando es un factor protector para el desarrollo de los trastornos psiquiátricos.
A toda edad, prevención

Para mantener una buena salud mental, María Luisa Hinojosa, responsable del Servicio de Asesoría Psicológica de la UIA, recomienda considerar:

 LAS CLAVES

    Igualdad. No se considere inferior ni superior que otra persona.
    Valorarse y aceptarse. Reconozca aspectos buenos y malos. Esté abierto al cambio.
    Confianza. Es capaz de resolver los problemas, no se amedrente por fracasos.
    Tome decisiones. Arriésguese a tener sus propios juicios.
    Control Interno. Ante una crisis piense: hay una relación entre el comportamiento y las consecuencias. Tiene recursos para resolver el problema.
    Sea flexible en sus pensamientos.
    Sentido del humor. Ríase incluso de sí mismo.
    Sociable. Disfrute de la compañía y de la soledad.
    Pensamiento productivo. Los problemas no son catástrofes, sino retos.
    Acepte la realidad. No la trate de ocultar, si no le gusta, busque cómo cambiarla.

Fuente  amqueretaro.com