Todos queremos que nuestros hijos tengan una salud de hierro y que esta no decaiga en verano por eso de que dejan de ir al cole y están siempre en casa con nosotros, por lo que sus horarios cambian radicalmente (se levantan más tarde y se acuestan también más tarde de lo normal).
Es por eso por lo que vamos a dar unos consejos para que la alimentación en verano de los niños no cambie, para que sigan como siempre y su salud no se vea perjudicada por las vacaciones.
Respeta las horas de comida
Esto es muy importante y es que aunque estén de vacaciones las horas de la comida deben de ser sagradas, tanto el almuerzo como la cena. No vale eso de comer rápido para salir a la calle a jugar, no, tienen que sentarse en la mesa y comer como hacen normalmente, ya tendrán tiempo de jugar cuando acaben la comida.
Aprovecha las verduras y las frutas
Durante el verano encontramos frutas y verduras más sabrosas que en invierno, es por eso por lo que os recomendamos que aprovechéis esta época del año para que los niños coman más fruta y verdura ya que, además de contener agua que les viene de perlas para todas las horas que pasan jugando, son muy buenas para mantener la salud.
Hacer todas las comidas
Con esto de que se levantan tarde puede que se salten alguna comida y esto es algo que no se debería hacer, es decir, que deben hacer sus cinco comidas diarias (aunque se junten dos de ellas un poco más) para no perder ese hábito que han adquirido durante el curso escolar.
Via vidabebe.com
viernes, 13 de junio de 2014
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