Los cereales constituyen uno de los pilares fundamentales de toda dieta sana y equilibrada por los muy diversos nutrientes que aporta a nuestro organismo, ¿pero son adecuados para incluir en la alimentación de nuestro retoño?, desde nuestro blog de Bebés os damos algunas pequeñas indicaciones al respecto.
Los cereales contienen elevadas dosis de hidratos de carbono, muy diversas vitaminas como el ácido fólico (ideal para evitar las malformaciones del feto durante el embarazo), minerales como el hierro o el calcio y fibra, perfecta para combatir los casos de estreñimiento. Los cereales para un adulto pueden convertirse en un ingrediente saludable a la hora de incluir en los desayunos a primera hora de la mañana, dado que sus dosis de hierro y cantidad de hidratados de carbono nos aportarán la fuerza y vitalidad que precisamos para realizar todas las tareas previstas a lo largo del día.
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Por otro lado, en lo referente a los cereales para bebés, lo más recomendable es introducir aquellas clases de cereales sin gluten que podremos encontrar en el mercado como pueda ser el maíz o el arroz a partir de los 4 meses de vida. Este componente es más característico del trigo, lo que puede llevar a desarrollar algún tipo de intolerancia por parte del bebé, por lo que es recomendable no correr riesgos innecesarios.
Por su parte, los cereales con gluten se pueden dar a nuestro pequeño a partir de los 6 meses de edad, sin retrasar mucho más su introducción. Lo ideal es ir incluyendo este tipo de alimentos poco a poco en su dieta diaria para que su paladar se acostumbre a este tipo de sabores y para que los padres puedan ir comprobando de forma progresiva si su hijo es capaz de tolerar convenientemente este tipo de alimentos y que no presenta ningún tipo de rechazo por cuestiones de intolerancia o alergia a los mismos.
Para introducir, en cualquier caso, los cereales en la dieta del bebé, es conveniente considerar las indicaciones de nuestro pediatra. Por lo general, se puede optar por una medida de 5 a 10 gr de cereales sin gluten a partir de esta franja de edad en una o dos cucharadas soperas al día y añadidos al biberón de la mañana. Ya en los 6 meses podemos ampliar a 40 gr (4 cucharadas soperas de cereales con gluten que podemos repartir entre el biberón de la mañana y la noche(en este último caso podemos contribuir a un sueño reparador del bebé, en especial para aquellos que se despiertan muy temprano hambrientos).
Los nuevos alimentos que vamos introduciendo en la dieta del bebé pueden llegar a afectar a su flora intestinal, que según estiman muy diversos estudios pueden ejercer un papel determinante en su sistema inmunitario, el cual se encarga de las defensas de su organismo frente a las amenazas de agentes externos en forma de virus o diversos resfriados.
Cuando nacen, la flora intestinal del bebé es estéril y a medida que el bebé va creciendo, dicha flora se va formando. Al dejar de alimentarse de forma exclusiva de leche, el bebé introduce nuevos alimentos que pueden contener diversas bacterias perjudiciales para este sistema. Por ello, conviene apostar por las papillas de cereales que contienen probióticos, los cuales contribuirán a reforzar la protección y defensa de su sistema inmunitario.
Estas papillas de cereales las podemos introducir sin problema para complementar el biberón en la hora del desayuno, comida y cena. Las papillas de avena, por ejemplo, puede ayudar a tratar los casos de estreñimiento del bebé, mientras que si padece diarrea, lo ideal es optar por las papilla de arroz. En cualquier caso, lo que debes saber, y según recomienda la OMS, es que la lactancia materna se recomienda hasta los 6 meses de edad, a partir de entonces es cuando podemos empezar a introducir alimentos como los cereales.
Los cereales contiene glúcidos, lo que quiere decir que aportan energía en cantidad suficiente. Además, contribuyen a reforzar nuestro sistema inmunitario, que es muy frágil en el bebé entre los 6 meses de vida hasta los 3 años por la introducción de nuevos alimentos como se comentaba en líneas anteriores.
Los cereales pueden abrir las puertas del pequeño a una mayor diversidad alimentaria y, por lo tanto, a conocer nuevos ingredientes que complementarán su dieta diaria. Los cereales son más conocidos por contener vitaminas del grupo B en su composición nutricional, que ayudarán a aprovechar la energía de los mismos convenientemente.
Via cosasdebebes.com
miércoles, 5 de febrero de 2014
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