Quien tiene un niño en casa diagnosticado con TDAH sabe lo agotador que puede llegar a ser, llegando incluso a aparecer sentimientos de frustración. Los sentimientos negativos deben desaparecer, porque no sirven para nada en el trabajo de educar, guiar, orientar, acompañar, convivir y un largo etc. con el niño hiperactivo. El pensamiento, por muy agotado que estés, debe ser positivo y jamás culpabilizar al niño de tu posible frustración, y tampoco culpabilizarte porque el niño no obedece, o no escucha o no para quieto.
Hiperactividad
La hiperactividad es un trastorno del desarrollo y de la conducta infantil. Estos niños tienen una intensa actividad motora, con lo que no paran de moverse en todo el tiempo sin que estos movimientos tengan que tener un propósito en sí mismos. Los niños hiperactivos pueden empezar una tarea y sin acabarla, empezar otra, y así una y otra vez. Cuando el niño está acompañado, sobretodo con las personas con las que no mantienen un apego afectivo, aumenta este comportamiento.
Normalmente estamos antes niños con los que no se puede pactar, sin miedo a los castigos, problemáticos, inquietos, desobedientes, impulsivos y sobretodo, nerviosos. Son niños difíciles de educar, pero con persistencia, paciencia y cariño se puede orientar su comportamiento para encontrar un poco de tranquilidad en el hogar. En la escuela pueden tener problemas en su rendimiento, pero nada tiene que ver con el cociente intelectual, si no porque acostumbran a dispersarse constantemente.
Niños y familia
No se nos puede olvidar que son niños y personas. Tienen sentimientos, emociones, sufren y también se frustran. Y es muy importante cuidar la salud emocional del niño hiperactivo, así como la tuya. Los padres de estos niños suelen describirlos como inmaduros, maleducados, desobedientes… su comportamiento generan conflictos familiares e incluso rechazo. Los describen como irritantes, frustrantes en cuanto a la educación en casa. Pero, ¿os podéis imaginar como se puede sentir un niño hiperactivo cuando es rechazado por un comportamiento que le cuesta controlar? Hay niños hiperactivos que tienen al aislamiento social.
Hay padres que riñen exageradamente a estos niños por la propia frustración que genera su comportamiento, y reñir exageradamente puede ser contraproducente ya que puede fomentar algo mucho peor, un déficit de autoestima, sobretodo si acostumbran a criticar todo lo que hace mal el niño, sin fijarse en lo que hace bien. De este modo sólo crece el trastorno, y el pequeño no se esforzará en portarse bien porque no verá la necesidad, ya que está acostumbrado a que le regañen haga lo que haga
Trabajar el equilibrio emocional desde casa
Hay diferentes maneras de trabajar la salud emocional familiar con niños hiperactivos. Pero primero hay que saber bien cómo comportarse como padres, familiares, cuidadores o tutores evitando la frustración o los pensamientos negativos. Es sabido que con un niño hiperactivo las normas estrictas y los castigos, de poco van a ayudar.
Así que no está demás pensar en otro tipo de comportamiento para trabajar las emociones y una buena autoestima, y sobretodo para mejorar la vida familiar.
- Comprende su trastorno, comprende su impulsividad, su facilidad para despistarse, su incumplimiento de órdenes por dispersarse aunque sean órdenes reiteradas, comprende sus falsas promesas de cambio. Ojo, comprender no significa tolerar.
- Vive el día a día y marca metas simples y concretas. A corto plazo, recuerda que olvida fácilmente.
- Establece normas claras, y sé constante. De esta forma el niño con hiperactividad se sentirá más seguro y podrá atenerse a unas normas. Procuras que siempre sean las mismas normas, si las cambias o son cambiantes, no servirá de nada.
- Evita que su nerviosismo te contagie. Es cierto que su comportamiento agota, pero que él mejore dependerá de la conducta adulta.
- Evita los castigos y los premios materiales. No funciona, y menos si los utilizas con promesas.
- Descubre qué actividades le resultan relajantes al niño y a vosotros y llevarlas acabo para que se reduzca la tensión ambiental y os una como familia.
- Evita las situaciones que puedan ser estresantes, tensas o que sepas de antemano que irán mal, como ceremonias largas o visitas en espacios reducidos. Es mejor no exponer a estas situaciones al niño hiperactivo.
- Controla tu angustia y no se la transmitas al niño.
- Trabaja la autoestima del niño, y la tuya.
- Hablar sobre sentimientos en casa de tanto en tanto. Hablar de cómo nos sentimos hoy, siempre es buena idea para estrechar vínculos.
- Cuando se comporte en una situación social de forma incorrecta, cuando esté receptivo, háblale sobre su comportamiento.
- Establece unos horarios y unas rutinas estructuradas en casa, de este modo el niño tendrá unas pautas diarias y le ayudará a organizarse y a sentirse seguro.
- Tener un ambiente tranquilo en casa es esencial para que el niño hiperactivo mantenga un buen equilibrio emocional.
Recuerda
Es importante que recuerdes que si te sientes desbordado ante el niño hiperactivo, busques ayuda de un profesional para que te oriente.
Via pequebebes.com
miércoles, 11 de septiembre de 2013
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