Cómo saber si sufres el síndrome de la madre cuidadora

Existen muchas personas que más allá de tener hijos o no tenerlos, pueden sufrir el rol de cuidadoras. Algunas madres de familia tienen una tendencia habitual a olvidarse por completo de sí mismas y poner toda su felicidad en la satisfacción de las necesidades de los demás. ¿Cómo saber si sufres el complejo de cuidadora?

Solo piensas en los demás

Sufres el complejo de cuidadora cuando solo piensas en los demás. Haces cambios en tu agenda en el último momento cuando recibes una llama imprevista de un amigo o de un familiar que te ha pedido un favor. Nunca te gusta decir no porque pones todo tu valor en tu capacidad de ayuda.
No te gusta que te ayuden

De una forma muy curiosa, aquellas personas que se dan de una forma incondicional a los demás no se sienten cómodas cuando son ellas las que reciben atención por parte de otro. Están tan acostumbradas a dar y no tanto a recibir que tienen que aprender a dar y a recibir cariño a partes iguales.

Prácticamente, nunca pides algo a los demás, ni expresas tus propias necesidades. Piensas tanto en los demás que has dejado de reflexionar sobre aquello que para ti es importante en la vida.

Has perdido amistades

Has desarrollado tanto tu rol de cuidadora que la falta de tiempo te ha llevado a perder a ciertas amistades con las que dejaste de quedar, precisamente, por estar disponible para todo el mundo. Por otra parte, cuando quedas con tus amigas el único tema de conversación gira alrededor de tus hijos, su rutina escolar, sus travesuras… Has dejado de hablar de ti misma y cada vez utilizas menos la palabra yo. Cuidar de los demás es positivo pero también lo es cuidar de ti misma.

Via pequebebes.com