Relación entre alimentación y nivel de atención de los niños

Los niños pequeños que tienen problemas a la hora de comer, sufren consecuencias en su salud, y en su manera de comportarse. De hecho, los expertos señalan que la mitad de pequeños entre 5 y 6 años considerados ‘mal comedores’ muestran un nivel de atención más bajo de lo normal.

Un estudio médico hecho con alumnos de 7 escuelas de Madrid ha demostrado que, incluso en niños de países desarrollados, existe una relación entre los malos hábitos alimentarios y un rendimiento escolar pobre.

Se considera que un niño mal comedor es el que toma menos de un 65% de las cantidades diarias recomendadas de entre 4 y 6 grupos de alimentos: carnes, verduras, frutas, lácteos, carbohidratos y legumbres. Ellos son los que consiguieron puntuar más bajo en los niveles de atención.


La verdad es que los niños con problemas de alimentación, experimentan varias consecuencias negativas a largo y corto plazo. En un principio, padecen deficiencias nutricionales, pero también se ha comprobado que tienen una estatura más baja y un menor peso corporal. Además puede producirse un menor crecimiento.

A largo plazo, una consecuencia de la mal nutrición de los niños es un menor rendimiento cognitivo como, por ejemplo, dificultades para realizar pruebas que requieran atención, dificultades de memoria, percepción visual, y comprensión verbal.

Psicológicamente, los niños también pueden verse afectados. Cuando comen mal, se produce un gran estrés de la familia, que puede tener consecuencias negativas a largo plazo en el comportamiento de los niños, hasta llegar a empeorar sus hábitos alimentarios en el futuro.

Fuente sanamente.com