Si tienes un niño asmático, es imprescindible que tu hogar tenga el menor número de sustancias irritantes posible, ya que así habrá un ambiente más sano para el niño, que respirará mejor. Hay que vigilar especialmente que no haya pelos de animales y que no se acumule polvo, así que es recomendable que el niño no tenga mascotas y que tú limpies el polvo a diario si fuera necesario.
Aire más respirable
Entre las muchas cosas que se pueden hacer, la más importante es la de mejorar el aire que va a respirar el niño en el hogar, que es el lugar en el que más seguro debe sentirse. Totalmente prohibido fumar en casa, a no ser que haya una terraza o balcón que pueda cerrarse totalmente para que el humo no entre en la vivienda. También hay que ventilar a diario todas las habitaciones, durante unos 20 minutos, y en época de polen evita hacerlo a primera hora de la mañana.
Decoración
Teniendo en cuenta que el polvo afecta de forma muy negativa a tu hijo asmático, habrá que retirar de la decoración todos aquellos elementos que lo acumulen en exceso. Además, mantén a cubierto libros, películas o cds, elementos que atraen muchísimo a los ácaros del polvo. Para los sofás, es mejor que sea de piel ya que los de tela acumulan más polvo. Si los usas tapizados, aspira una vez a la semana.
Estancias
Los hongos que se suelen formar en el cuarto de baño a causa de la humedad son un terrible enemigo para un asmático. Ventila bien el baño a diario y después de cada ducha. La humedad debe estar en torno al 50%, y nunca utilices aerosoles estando los niños presentes. Si necesitas utilizar alguno contra mosquitos o simplemente para perfumar el hogar, aprovecha cuando el niño está en el cole para que no tenga que respirarlo.
Via pequebebes.com
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