Bebé en casa: algunos consejos de alimentación e higiene para padres primerizos

La lactancia materna es "la mejor alimentación" que se puede ofrecer a los hijos. 

La inclusión de alimentos sólidos debe hacerse en función de sus capacidades.

Diariamente solo hay que limpiar las zonas más sucias, como manos o genitales.

Retirar el cerúmen del oído no conviene pues tiene una función protectora

La llegada del primer bebé a la familia es una de las pruebas más duras para sus padres. "Pero si no trae libro de instrucciones", se deben decir muchos padres y madres cuando abrazan al recién llegado por vez primera.

Son muchos los aspectos que implica la llegada de ese bebé y casi todos pueden generar incertidumbres en los padres primerizos porque "se enfrentan a una situación completamente nueva y siempre existe el miedo o la falta de confianza de sí sabrán hacerlo bien".

Ante ello, el doctor Jordi Pou, coordinador del Comité de Seguridad y Prevención de Lesiones Accidentales de la Asociación Española de Pediatría (AEP), les recomienda que confíen "principalmente" en el pediatra de su bebé, ya que éste "va a ser su consejero y el que les tiene que solucionar todos los problemas".

En lo que respecta a su alimentación e higiene, aquí van unos cuantos consejos para los padres primerizos, de la mano del doctor Pou.

La alimentación del recién llegado

Lactancia materna. Inicialmente, la alimentación se hace exclusivamente con leche, ya que la lactancia materna es "la mejor alimentación" que se puede ofrecer a los hijos. Durante los primeros meses, el recién nacido "no necesita nada más".

Primeras papillas. A partir de los cuatro meses es recomendable que se incluyan las primeras papillas de frutas o cereales porque son muy parecidas al biberón, y porque deben estar introducidas a los seis meses.

Alimentos sólidos. La inclusión de los primeros alimentos sólidos en la dieta del bebé debe realizarse siguiendo las capacidades del niño. No se suelen incluir en la alimentación hasta el año o los 15 meses, momento en el que "hay que ir con cuidado".

La higiene del bebé

Primeros meses. En la primera semana, hay que desinfectar el ombligo con alcohol de baja graduación hasta que esté seco. Al tiempo, debemos hidratar bien la piel del bebé con cremas o con el secado a presión sin frotar. No obstante, esta crema no debe aplicarse de manera abundante debajo del pañal, ya que la misma humedad les puede alterar.

¿Cada día? El bebé "no necesita que se le lave cada día obligatoriamente"; basta con hacerlo cada dos o tres días. Sí es necesario que se le limpien diariamente las zonas más sucias, como las manos o los genitales.

Uñas y oídos. Sí hay que cortarle las uñas al bebé, pero siempre que se haga "con cuidado. En cambio, la retirada del cerumen de los oídos no conviene, ya que tiene una función protectora. Por su parte, el pene de los niños no se debe tocar hasta que el pediatra decida "en el futuro".

Pediatras y vacunas

Al pediatra, sin obsesionarse. Las visitas a este profesional deben hacerse durante los primeros meses coincidiendo con la administración de las vacunas. Además, es necesario acudir a su consulta pasados diez días de la estancia del menor en el hogar para descartar cualquier patología y asegurarse de que todos los cribados oficiales se han hecho y están normales.

Calendario vacunal oficial. Incluye dosis a los dos, cuatro y seis meses, siendo las correspondientes a estos periodos las relativas a difteria, tos ferina, tétanos, poliomielitis, hepatitis B y meningococo C. Además, existen otras no financiadas que comienzan al mes y que la AEP recomienda, como la del rotavirus y el neumococo.


Via 20minutos.es