Llegado el momento de ofrecer la merienda a nuestros hijos, muchos padres se enfrentan diariamente a la pregunta, ¿qué le pongo? Y en nuestro hacer diario nos comentan muchos de ellos, “las ideas se me agotan”.
A continuación os damos unas pautas sencillas, prácticas y muy saludables para la merienda de vuestros hijos.
Una merienda debería consistir en :
Un lácteo
Una fruta
Cereales (galletas sin rellenos ni chocolate, cereales) o pan, (bocadillo)
El bocadillo de toda la vida
Debemos volver al bocadillo en la merienda. El pan en una fuente importante de hidratos de carbono complejos, no tiene casi grasa y aporta una cantidad considerable de proteínas de origen vegetal.
Contiene vitaminas del grupo B y minerales con el fósforo, potasio y magnesio.
Cómo veréis, el pan es un alimento que debe constituir la base de nuestra alimentación y por tanto de nuestros pequeños.
Algunos padres comentan que no les es posible llevar un bocadillo a sus hijos ya que van desde el trabajo a recogerlos. Pues aquí va un truco: si se congelan porciones pequeñas de pan se pueden ir sacando y por la mañana se hace un rico bocadillo de queso, fuet, pavo, incluso algún día de crema de cacao o chocolate ¡Qué contentos se pondrán cuando lo vean!
¿Bocadillo o sándwich?
Siempre es mejor el pan de bocadillo que el sándwich. El pan de molde tiene gran cantidad de grasas y de colesterol aunque nos lo vendan que es muy sano. El niño debe acostumbrarse desde pequeño a masticar porque fortalece la mandíbula. Buscaremos barras de pan que estén blanditas y así resultará muy fácil.
Galletas, cereales
Si optamos por las galletas o las tortitas de maíz, huiremos de las cubiertas de chocolate. Otra buena idea es hacer un bizcocho el fin de semana y así se pueden llevar porciones para la merienda o para el recreo.
Hay niños que tomando bocadillo, fruta y yogur siguen teniendo hambre, optemos por añadir galletas cuya composición sea lo más baja posible en grasas y sobre todo las saturadas.
Con la llegada del buen tiempo podemos aprovechar a estar un ratito en el parque, así evitaremos demasiado tiempo delante de la TV, y más tiempo a jugar con otros niños, correr, saltar, gritar. Con los niños a los que les cuesta comer, el aire libre ayuda a que la merienda desaparezca casi sin darse cuenta.
Dulces y zumos envasados para días especiales
Debemos evitar los snacks, los dulces y la bollería industrial ya que contienen gran cantidad de grasas saturadas, demasiado azúcar, colesterol y sal en exceso. Estos productos los reservaremos para días especiales, por ejemplo el fin de semana.
Los zumos envasados también los dejaremos para ocasiones especiales o días que no tengamos tiempo. Estos zumos no son sustitutos de la fruta. Contienen una gran cantidad de azúcares simples y no contienen fibra.
La mejor bebida el agua
El agua debe ser la bebida de elección y el pan el acompañamiento de las meriendas de nuestros peques.
Escrito por Amparo Álvarez, Lda. en Farmacia y Técnico en Nutrición y Dietética. www.iseo.org.es
Fuente: edukame.com
miércoles, 18 de abril de 2012
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
0 comentarios on "Cómo debe ser la merienda de nuestros hijos"
Publicar un comentario