Hay días en los que el bebé parece llorar sin consuelo, todos los padres lo saben, incluso algunos niños son más predispuestos que otros al llanto sin fin.
Por ello, compartiremos algunos consejos para calmar a un bebé irritado, algo que será particularmente útil para padres primerizos.
En cualquier caso se recomienda atender al bebé tan pronto como sea posible, proporcionándole contacto físico, a pesar de que no tenga sueño, hambre, frío o esté sucio.
Si tu hijo sólo necesita un poco de desahogo, sigue estas pautas para que su crisis de llanto termine antes.
Las canciones de cuna son la primera arma de mamá, así es como es útil cantarles cualquier cosa: lo mismo que te cantaba tu mamá a ti, o esa canción que te gusta tanto, lo importante es tu voz tranquilizadora.
En general, al caer la tarde es cuando muchos bebés tienden a llorar, es un buen momento para dar paseos al aire libre, es una buena terapia contra el estrés.
Si la madre está demasiado cansada y no puede transmitirle paz a su bebé, es bueno cambiar de brazos: papá, los abuelos o quien se preste a hacerlo con amor, seguramente tendrán éxito en ayudar a darle al niño tranquilidad.
El baño ayuda mucho a calmar al bebé, vienen jabones aromáticos que facilitan la relajación, además del calor del agua. Se genera un ritual que anticipa la hora del sueño, para que el niño duerma bien.
Si el bebé es mayorcito, se puede facilitar algo para que descargue su energía y así se tranquilice: rasgar papeles (podemos darle una revista vieja, supervisando que no se lleve los trocitos a la boca), dar golpes con una pala en un cubo, espachurrar la arena húmeda con las manos… Estos juegos le permiten desprenderse de su estrés.
Vía: subebe.com
jueves, 22 de diciembre de 2011
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