Aunque tuvimos que viajar un poco y no regresamos a nuestras casas hasta bien entrada la noche, acompañé a una amiga al primer taller del ciclo La alegría de aprender y debo decir que valió mucho la pena, por lo que recomendaría que acudáis a las próximas sesiones a todos los que podáis (adjunto el calendario por si os animáis).
Todos los padres presentes pudimos tener respuesta a nuestras preguntas e inquietudes. Entre los consejos que recibimos destaco dos puntos, que desde mi punto de vista personal me parecieron reveladores:
* No nos obstinemos en ayudar a nuestros hijos a hacer las cosas
No debemos brindarles siempre nuestra ayuda ahora que son bebés, ni más adelante cuando vengan a casa con los deberes. Es mejor acompañarles, estar a su lado cuando deban hacer algo que les cuesta y con nuestra mirada amorosa y nuestros elogios estimularles a que lo hagan por si mismos. Si en lugar de ello, sistemáticamente completamos cualquier tarea que sea un poquito difícil, terminarán por creer que no son capaces, si papá o mamá no les ayudan, y no es eso lo que pretendemos fomentar al educar a nuestros hijos como seres autónomos y seguros de sí mismos.
* No por mucho tiempo que les dediquemos los vamos a malcriar
Una madre preguntaba porqué sus hijas siempre se peleaban a la hora que ella llegaba a casa y se ponía a preparar la cena, con la consiguiente alteración de las tareas domésticas y de sus nervios. Inmediatamente le respondieron que lo que hacían sus niñas no era más que una llamada de atención clarísima: ellas necesitaban de su tiempo, lo que querían era que mamá al llegar a casa estuviera con ellas, jugara con ellas y les dedicara unos mimos, en lugar de encerrarse en la cocina. Las tareas domésticas pueden esperar, podemos hacer una cena mejor o peor, pero lo primero deben ser nuestros hijos. Así que una posible solución sería llevar las niñas a la cocina y “jugar” juntas a preparar la cena. Hay que tener claro que por muchos abrazos, besos, mimos y tiempo que les dediquemos nunca los malcriaremos. Al contrario, quizá a veces hay que sacrificar otras cosas, pero el día de mañana tendremos unos hijos que gracias a todo ese amor habrán crecido más independientes y sanos emocionalmente.
Agradecimientos a los creadores de estos talleres Montse Fusté y Manel García por transmitirnos el mensaje más importante: el tiempo pasa muy rápido y es importante estar presente ahora en el día a día de nuestros pequeños, si ahora nos los perdemos, esa época de la vida ya no volverá y luego podremos arrepentirnos, así que haced lo posible por pasar con ellos todo el tiempo que podáis.
Fuente bebe.doctissimo.es
lunes, 31 de enero de 2011
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