Las enfermedades oculares en los más pequeños siguen muy de cerca lo que ocurre con los adultos.
De esta manera las nuevas técnicas quirúrgicas y métodos ópticos de ayuda son usados por igual en grandes e infantes, con algunas leves variantes.
La gran diferencia se basa sin duda en los sistemas de detección precoz de las afecciones infantiles.
En este asunto se centran gran cantidad de las investigaciones en oftalmología pediátrica. Como sabrás, los avances en los últimos años en este campo han sido verdaderamente notables.
Entre las nuevas técnicas de detección muchos utilizan una cámara que envía un rayo lumínico a las retinas del paciente, al mismo tiempo que filma la reacción de esta estructura nerviosa. Un posterior estudio detallado de la película puede descubrir defectos de refracción, estrabismos, y más importante aún, la existencia de ambliopía, una enfermedad que afecta entre el 2 y 4 por ciento de la población infantil, que puede llegar a conducir a la ceguera si no se trata correctamente antes de los diez años de edad.
Por supuestos, los especialistas hacen hicapié en la positiva tendencia actual de lograr que el niño sea examinado cuanto antes. En algunos casos, esto significa desde la semana de vida, ya que se ha descubierto que a partir de ese momento ya hasta los tres meses la atención de los bebés es fácilmente distraída por la visión de rayas verticales blancas y negras.
Fuente: blogellas.com
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