La alimentación de un niño francés de unos 10 años durante un día contiene 128 residuos químicos, lo que incluye cinco productos que tienen efectos cancerígenos demostrados y 42 más susceptibles de tenerlos, según un informe de una organización ecologista
Los laboratorios que examinaron los alimentos encontraron en total 81 sustancias químicas diferentes, entre las que había 36 pesticidas, destacó la organización Generaciones Futuras en su informe, en el que pidió la aplicación de una política preventiva que prohíba los elementos susceptibles de ser cancerígenos.
El producto en el que se hallaron más residuos fue un salmón de granja noruego en el que fueron identificados 36 residuos.
Los autores del informe escogieron como desayuno pan con mantequilla, mermelada, leche y jugo; una ensalada mixta, judías, un filete y fruta para el almuerzo; yogur de frutas como merienda; y ensalada verde, arroz, salmón y fruta para la cena.
A esa comida hay que añadir un chicle y diversos elementos de sus envoltorios que, de acuerdo con la asociación ecologista, también acaban ingeridos por los niños.
"Nuestros análisis muestran que en 24 horas un niño es susceptible de estar expuesto sólo por su alimentación a decenas de moléculas químicas sospechosas de ser cancerígenas o perturbadores endocrinos, de acuerdo con instancias sanitarias europeas o estadounidenses", concluyó.
Una portavoz puso el acento en que aunque hay estudios sobre los efectos de cada molécula por separado, se desconoce el impacto de la combinación de unos y otros.
Por eso justificó la petición dirigida los poderes públicos para que se reduzca la exposición alimentaria de la población a esas sustancias químicas.
El informe forma parte de una campaña de Generaciones Futuras, en asociación con la red europea Alianza Salud y Medio Ambiente (HEAL), con WWF y con la Red Medio Ambiente y Salud (RES), que pretende alertar de la relación entre las condiciones medioambientales y el aumento de los casos de cáncer.
Fecha del artículo 2010-12-02
Fuente esmas.com
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